Mi alma continua sin descanso hasta no satisfacer sus más puros deseos guardados en el secreto de ella misma...

viernes, 4 de mayo de 2018

H o y



Se acerca el otoño
Como caballos galopantes,
A toda prisa
Y arrasando con todo.
Ya no hay tiempo
De despegarnos de donde estamos
Y se empieza a sentir lo nuevo,
Lo mutable, lo inevitable,
Lo invisible.
Guardo mis miserias
Para observarlas después
Y constatar su cambio.
Acaricio recuerdos de mi mismo
Y los arrojo contra la pared.
Porque perdemos la guerra,
Cuando dejamos de vernos.
Pero mirar al otro,
Es reflejo de lo que somos
Y allí también hay mutación. 
Se caen las hojas,
Se caen mis manos,
Me aquieto para verte
Y contarte que hay por estos lados. 
Se confunden tus risas con las mias
Y hago míos tus tormentos.
El otoño roza nuestras orbitas
Y nos empuja hacia una nueva atmósfera.
No olvidamos qué somos
Pero festejamos lo nuevo:
Lo tuyo en mi,
Lo mío en ti,
Lo que somos.

Si desaparezco, es porque
No
Me
Recordaste.
En noches de otoño,
Somos uno.

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