Sólo espero agarrarte de la mano y volar juntos, sin importar a donde, por quienes, en qué momento... Solo tu y yo huyendo hacia un lugar donde nos encontremos el uno y el otro, donde aquella lluvia humedezca nuestros cuerpos y seamos uno, bajo una noche estrellada, llenándonos de luz, perdidos hasta el amanecer...
Porque si acá estoy, tu soledad desaparece, no existe... Verás como vivo por vos, y si quiero puedo morir por vos, o si me lo pides.
La pena ya se ha ido, es momento de despertar y que inclines tu cabeza para verme y saber que sigo aquí esperándote bajo la lluvia...
No le temas a la oscuridad, quiebra ese silencio y grita mi nombre, que será la forma de encontrarme y sentir un buen final.
Porque peleando se obtienen muchas cosas, llegando hasta el final. Siento que respiras pero que necesitas un poco más para salir de allí, y yo te digo que acá estoy, apoyándote para que no lo soportes todo sólo, cargando con gran parte de ello. Sin importarme, con el único objetivo de quitarte ese dolor.
Quizás no obtengas lo que esperabas al estar conmigo, o tal vez no era lo que querías, pero dejé de hacerle caso a ese pensamiento para demostrarte que voy cargando tu pena sin importarme si puedo o no llegar donde debo depositarla.
Y no por aquellos que nos sujetan para no ser feliz, dejaré de estar. Seguiré hacia cualquier lugar, para allí esperarte sabiendo que llegarás algún día, bajo aquella noche de estrellas, donde la lluvia humedezca nuevamente nuestros cuerpos y seamos uno al fin perdidos hasta el amanecer, sin que nadie pueda frenarnos hasta lograr lo que deseamos...
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